- Oye no puedes llamarme y decirme que me echas de menos. Y no quiero tener esa conversación por teléfono, ni por sms, ni tampoco por e-mail, ni por, por... notas bajo mi puerta. Oye si de verdad me echas de menos tienes que madurar, subirte a tu coche y venir a verme...
- ¡Estoy aquí! ya sé que no puedo llamarte sin más.
- No, no puedes
- Lo sé, te hice daño y lo siento. No sé por qué desperdicié tanto tiempo fingiendo que no me importabas, supongo que... no quería sentir esto. Duele... pero te quiero, estoy enamorada de ti y me da igual que tú creas que ya es tarde pero te lo tengo que decir... di algo por favor.
- Espera... ¡Quiero que sepas que si te acercas más a mí ya nunca te dejaré ir!
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